De Vecino a Vecino es una pequeña ONG situada en el barrio de Sant Antoni de Barcelona. Fundada por un grupo de vecinos y vecinas, hace más de diez años, la entidad funciona como banco de alimentos y red de apoyo para personas en riesgo de exclusión social. A raíz de la pandemia de la Covidien-19, el número de solicitudes y demandas se han multiplicado exponencialmente. La ONG que hasta entonces tenía un alcance de barrio y de proximidad, se ha visto obligada a crecer y aumentar el número de voluntarios, y en consecuencia, incrementar también todos sus recaudos. Con cifras anteriores a la epidemia, la organización atendía de forma recurrente en torno a 100 personas y daba 2,5 toneladas de comida cada mes. En el último año, Las personas atendidas regularmente ya son casi 500 y las toneladas de comida repartidas llegan a las 8 toneladas por mes.
Con esta colaboración, he intentado documentar el día a día de la asociación y el pequeño cosmos que conforman todos sus protagonistas, mostrando una cata de sus actividades y algunas de las ramificaciones que se derivan. Se trata de un ejercicio fotográfico construido de pequeños momentos, que reflejan el trabajo de los voluntarios, el intercambio generacional y la cotidianidad de una organización de barrio.
A pesar de los tiempos difíciles, De Vecino a Vecino, es un ejemplo de optimismo y colectividad, donde todo el que entra lo hace bajo la misma premisa: la igualdad.
Oriol Miralles Castelló
Del noviembre de 2020 en febrero de 2021